Mejores Gobernantes

21 de noviembre de 2005

Anexo las amables respuestas que recibí de Presidencia de la República y del Instituto Federal Electoral en relación con algunas de las preguntas arriba mencionadas.

Asimismo he enviado estas propuestas a legisladores, otras instituciones gubernamentales, ONG’s, etc. Y aunque agradezco las amables respuestas de varias instituciones, si Presidencia de la República, el IFE, los legisladores, etc., no pueden ejecutar o, por lo menos, promover estas ideas, ¿entonces quién?

¿Realmente somos los ciudadanos indiferentes, apáticos,
en relación con la política? O bien, ¿nuestros gobernantes toman en cuenta nuestras opiniones solamente cuando les conviene?

Respuesta del Instituto Federal Electoral


Respuesta de Presidencia de la República (Presidente Fox)

Respuesta de Presidencia de la República (Presidente Calderón)


Gobernantes corruptos, incapaces, ineficientes. Ciudadanos...?

Noviembre 2005


Pobreza, secuestros, narcotráfico, migración. Sin duda nuestros gobernantes son culpables de estos problemas.  Sin embargo, ¿no lo somos también los ciudadanos? Porque, ¿qué hacemos los ciudadanos para evitar que personas corruptas, incapaces, ineficientes, etc., sean electas para los puestos donde se toman las decisiones para el progreso de todo un país? ¿Proponemos los ciudadanos mecanismos para que los cargos de gobernantes sean ocupados por los mexicanos mejor preparados, más capaces y con mejores propuestas? Si los ciudadanos no presentamos iniciativas para que sólo los mejores mexicanos nos gobiernen, ¿cree usted que nuestros gobernantes las propondrán? ¿Cree usted que a nuestros gobernantes les convenga que no existan métodos para mejorar el proceso de selección y, de esta forma, que gente mediocre, sin habilidades, sin ideas, sin ética, etc., pueda seguir gobernando?

Quisiera comentar unas ideas que estoy seguro que usted, como muchos otros mexicanos, ha considerado una y otra vez, pero que, desafortunadamente, nuestros gobernantes no implementan.


1. Curriculum Vitae y Programa de trabajo:

Cada vez que se realizan elecciones en nuestro país, los candidatos inundan las ciudades con propaganda política con sus fotografías, sus nombres y los nombres de sus partidos políticos. ¿Qué información de importancia nos puede dar una simple fotografía del candidato con su nombre y el del partido al que pertenece?

¿Qué pasaría si la gente que busca empleo se presentara en las empresas llevando únicamente su fotografía con su nombre? Seguramente nadie los contrataría, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no nos parece absurdo que elijamos a nuestros gobernantes en base a sus apariencias?

Todo candidato a gobernante (y no sólo a Presidente de la República, sino a Diputado, Senador, Gobernador, Presidente Municipal, Jefe Delegacional, etc.) debería presentar durante sus campañas:

1. Currículum Vítae: logros profesionales, experiencia política o laboral, reformas impulsadas y proyectos ejecutados, antecedentes académicos, etc.
2. Programa de trabajo en caso de ser electos: reformas que promoverán, proyectos concretos que buscarán implementar, posición en relación con temas diversos, etc.

De esta manera, el ciudadano votaría considerando las habilidades de cada candidato y los beneficios que aportarían sus propuestas de reformas. Así, dejaríamos de votar por el partido que éstos representan y, evidentemente, por apariencias.

Sin duda, el requisito del Curriculum Vitae no hace el proceso infalible. Lo mismo sucede en las empresas. Asimismo, aunque éste y el programa de trabajo fueran obligatorios, habría muchos ciudadanos que no los consultarían para realizar un voto razonado. Sin embargo, ¿no cree usted que la propaganda política actual es una burla para quienes sí tratamos de votar razonadamente? ¿Acaso es mejor seguir gastando millones de pesos en propaganda política que nos dice nada? ¿Seguimos votando por quien nos parezca más honesto (menos corrupto), más guapa o mejor parecido (menos feo), etc.? ¿Si aún para seleccionar participantes para un concurso de belleza o una agencia de modelos, donde la apariencia es muy importante, no es suficiente una fotografía, por qué, para un puesto donde se tomarán decisiones trascendentales para un país, una fotografía basta?


2. Mecanismo para evaluar el desempeño de nuestros gobernantes.

El programa de trabajo que presente cada candidato durante su campaña serviría también para supervisar el desempeño de quienes eventualmente son electos, comparando sus metas propuestas con las realmente ejecutadas y así, premiar o castigar a aquéllos que deseen continuar su carrera política. Porque, aunque en teoría no se permite la reelección en nuestro país, los políticos pueden ser varias veces diputados, varias veces senadores, etc., y nadie evalúa su actuación. Si en cualquier empresa a todo empleado se le demandan resultados -incremento de ventas, aumento de participación de mercado de sus marcas, reducción de costos y gastos, etc.-, ¿por qué a nuestros gobernantes no les pedimos cuentas?

Asimismo, ¿por qué tenemos que esperar tres años (diputados, presidentes municipales, jefes delegacionales) o seis años (senadores, gobernadores) para que los ciudadanos podamos expresar mediante el voto nuestra aprobación o desacuerdo con el desempeño de nuestros gobernantes? ¿Se debería evaluar periódicamente (anual, semestralmente) el desempeño de nuestros gobernantes a través de indicadores de desempeño? ¿Por qué no, por ejemplo en el caso de los legisladores, evaluar su actuación monitoreando, además del cumplimiento de sus promesas de campaña: iniciativas presentadas (y aprobadas); iniciativas y reformas votadas; posición en relación con determinadas reformas; asistencias y participaciones; etc.?

Y si el voto es el único mecanismo de rendición de cuentas, ¿se debería permitir la reelección?


3. Miembros del Potencial Gabinete y Planes Nacionales.

A 100 días del inicio de cada sexenio, ¿cuántos Secretarios presentan el Plan Nacional de Desarrollo del sector que dirigen? ¿Cuántos meses más debe el País esperar para que estos planes nacionales se den a conocer e inicie su ejecución?

En este sentido, ¿no sería más eficiente si los candidatos a Presidente de la República (Gobernador) presentaran durante sus campañas a los potenciales miembros de su gabinete (evidentemente, con la aceptación oficial del potencial Secretario), y éstos, a su vez, dieran a conocer los planes nacionales (estatales) de desarrollo del sector que administrarán?

Además de que el país ahorraría tiempo, ¿no tendríamos los ciudadanos más parámetros para votar, al evaluar con anticipación la trayectoria y habilidades de cada uno de los probables Secretarios, la factibilidad de sus programas de trabajo, los posibles resultados, la manera de obtener recursos, etc.? ¡Qué triste que los Planes Nacionales de cada sector sean publicados transcurridos seis meses o un año desde el cambio de administración!


Ojalá que las instituciones gubernamentales correspondientes, o bien algún organismo no gubernamental, algún medio de comunicación u organismo empresarial tome la iniciativa de impulsar o implementar estas ideas; por ejemplo, a través de la creación de algún sitio en internet donde se puedan presentar permanentemente los curriculum vitae, los programas de trabajo de los candidatos, los Planes Nacionales (Estatales, Municipales) tentativos, etc.

He enviado estas ideas a cientos –sin exagerar- de legisladores, organismos del gobierno, ONGs, etc. Desafortunadamente, y aunque he recibido respuestas de varios de ellos, nadie las promueve, menos aún, las ejecuta. He abierto un blog http://www.mejoresgobernantes.blogspot.com/ donde incluyo estas ideas, así como las respuestas que he recibido de Presidencia de la República y del IFE, entre otros organismos. Evidentemente, no he recibido respuesta alguna de legisladores. Si Presidencia de la República, el IFE, los legisladores, etc., no quieren llevar a cabo ideas que la mayoría de los ciudadanos hemos considerado una y otra vez, ¿entonces quién? ¿A qué institución del país le debo enviar estas propuestas?

Los ciudadanos hemos planteado éstas y otras muchas ideas (períodos de sesiones legislativas de 12 meses y no 6 meses, como en cualquier otro trabajo; conveniencia de los diputados plurinominales y del fuero; una sóla fecha para elecciones en todo el país y para todos los puestos de representación; etc.) Sin embargo, los únicos que tienen autoridad para aprobar leyes relacionadas son nuestros legisladores. Y si los ciudadanos seguimos sin hacer algo, ¿podemos esperar que nuestros gobernantes propondrán autoregularse?

Sin duda, votar es indispensable; sin embargo, ¿cree usted que es suficiente? Por otro lado, ¿cree usted que criticar a nuestros gobernantes en conversaciones con amigos, familiares, etc., tiene algún efecto? En lugar de quejarnos de la ineptitud de nuestros gobernantes, ¿no los deberíamos enfrentar para que ejecuten nuestras ideas?


Humberto Muray

Y tú, ¿qué México quieres?

Abril 2007

“Y tú, ¿qué México quieres?” pregunta el Congreso en su comercial.

Yo, simplemente, quiero un México con mejores gobernantes, especialmente, con mejores legisladores.

Yo quiero un país donde los legisladores tengan como cualidad principal la honestidad.

Donde consideren sus cargos como una oportunidad para promover el desarrollo del país y no para enriquecerse. Donde sean catalizadores del progreso de México y no promotores de su estancamiento. Donde presenten alternativas y no únicamente rechacen iniciativas de reformas.

Donde sean conscientes de que sus decisiones, y no las de sus contrapartes en Estados Unidos, son la esencia del problema de la migración. Donde entiendan que su pobre desempeño inhibe condiciones para reducir la pobreza y el narcotráfico en el país. Donde se den cuenta de que sus propuestas podrían estimular condiciones para que cada niño que pide limosna, limpia parabrisas, traga fuego, goce de los mismos privilegios que sus hijos.

Donde los legisladores promuevan la transparencia de los partidos políticos y sindicatos y no su opacidad. Donde los partidos políticos rindan cuenta del uso de los recursos que reciben y no se permita la discrecionalidad de sus gastos. Donde pertenecer a un sindicato sea un derecho y no una obligación. Donde formar parte de un sindicato no sea requisito para pertenecer a una empresa. Donde los líderes sindicales rindan cuentas a sus agremiados del uso de sus cuotas y sean electos con voto secreto.

Donde el fuero constitucional no sea una licencia para ser corrupto. Donde los diputados y senadores se dediquen a legislar y no a difamar. Donde legislen para que un ciudadano se presuma inocente hasta que se demuestre su culpabilidad y no a la inversa. Donde tengan el valor para legislar contra la economía informal y contra el derecho de manifestación cuando viole el derecho de libre tránsito de las personas. Donde trabajen 12 y no 6 meses, 8 y no un par de horas por dia.

Donde los legisladores sean los mexicanos más capaces y con mejores propuestas y no los mejores para mentir. Donde basen su actuación en la planeación y no en la improvisación.

Donde existan gobernantes que entiendan que no es sano que una sóla entidad con 0.1% del total de la superficie del país concentre cerca del 20% del PIB nacional, 50% de su inversión extranjera directa y 10% de su población. Donde existan políticos visionarios que promuevan la descentralización del DF y el desarrollo de otras entidades. Donde entiendan que los ejes viales, segundos pisos, etc., son soluciones de corto y no de largo plazo.

Donde dejen de insultar la inteligencia de los ciudadanos con el discurso demagógico de que el petróleo y otros recursos energéticos son de los mexicanos cuando los verdaderos beneficiarios son los partidos políticos, sindicatos y gobierno.

Donde los legisladores sean motivo de orgullo y no de vergüenza.

Ese es el México que yo quiero.

Humberto Muray

Pago de impuestos... ¿a cambio de qué?

Octubre 2009.

Sres. Legisladores,

¿Qué recibimos los mexicanos por el pago de nuestros impuestos? En especial, ¿qué recibimos de ustedes, diputados y senadores, responsables de la aprobación de Reformas y Leyes fundamentales para el desarrollo de México?

1. SEGURIDAD: México es el líder mundial en secuestros (1) y uno de los líderes mundiales en narcotráfico.

2. EDUCACIÓN: México ocupa el último lugar en educación entre los 30 países miembros de la OCDE (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes: lugar 30 en ciencias, 29 en lectura, 30 en matemáticas) (2). Sólo 39% de los mexicanos de 25 a 34 años ha concluido la preparatoria (segundo nivel más bajo entre los países de la OCDE) (3). Cerca del 45.1% de la población de 15 a 19 años no estudia (la segunda cifra más alta entre los países de la OCDE) (4).

3. ECONOMÍA: 47.4% de los mexicanos está en situación de pobreza; esto es, 50.6 millones de mexicanos (más que la población total de Canadá, España o Argentina), ganan menos de 1,624.92 pesos al mes. 18.2% de la población (19.5 millones) en pobreza alimentaria (809.87 pesos mensuales) (5). 12.7 millones de inmigrantes mexicanos en EU (11% de los nacidos en México, 2008; 1.4% en 1970) (6). Lugar 74 mundial en cuanto a Ingreso Nacional Bruto per cápita (9,980 USD) (7). Lugar 51 mundial en cuanto a facilidad para hacer negocios: apertura de negocios (90), pago de impuestos (106), contrato de trabajadores (136), permisos de construcción (37), etc. (8). Lugar 53 mundial en el Índice de Desarrollo Humano (PIB/PPA, vida larga y saludable, conocimientos) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (9).

4. SALUD: lugar 78 en el mundo en mortalidad infantil (menores de 5 años), con una tasa de 35% (10). País con menor inversión pública en salud per cápita entre los países miembros de la OCDE (11): mientras que los países miembros invierten en promedio 126,000 USD en los niños hasta los 18 años, nuestro país es el que menos invierte (24,000 USD); 1/16 parte de quien invierte más (Luxemburgo, 380,000 USD) (12). Segundo lugar en obesidad entre los países miembros de la OCDE (13).

5. JUSTICIA: la cifra de impunidad en el país es de 98.76% (14). Lugar 70 a nivel mundial en el índice de percepción de la corrupción (15).

6. INFRAESTRUCTURA: únicamente 38.3% de las aguas residuales son tratadas, 13.2 millones de mexicanos no tiene drenaje, 12.1 millones no tiene acceso a agua potable en su vivienda (16). No existe una red ferroviaria con trenes viajando a velocidades mayores de 200 km/hr, como el TGV francés, AVE español o Shinkansen japonés. Únicamente el 10% de las carreteras es de concreto hidráulico, no existen autopistas de seis o siete carriles en cada sentido como en EU, con cuotas menores de 1 dólar por caseta. No hay aeropuertos de primer nivel, mientras que algunos países han desarrollado aeropuertos hasta en el mar (Hong Kong International Airport, Centrair y Kansai en Japón, Inchon en Corea, etc.)

Durante cerca de 45 años de vida laboral (no 30 años como los funcionarios públicos de L y F, IMSS, PEMEX, etc.), cada uno de los contribuyentes mexicanos habrá pagado cientos de miles o millones de pesos en impuestos, en teoría, para el progreso del país. Sin embargo en vez de destinarse para este fin -los ejemplos antes mencionados evidencian que los mexicanos recibimos poco o nada por nuestras contribuciones-, se utiliza para pagar los exorbitantes salarios y prestaciones de 500 diputados y 128 senadores mediocres y partidos políticos improductivos, subsidiar organismos públicos y funcionarios ineficientes, enriquecer a líderes sindicales corruptos, mantener a 27.5 millones de personas de la economía informal (64% de la PEA), etc. (17)

Honestamente, no encuentro qué beneficio reciba o haya recibido de ustedes, diputados y senadores, por el pago de mis impuestos; porque, adicional a los ejemplos macros anteriores:

1. He sido asaltado en un par de ocasiones en la ciudad de México (Coyoacán e Interlomas), en pleno día. Aunque denuncié ambos asaltos –pasé más de 5 horas en el MP cada vez-, nunca atraparon a los asaltantes (evidentemente) y el automóvil robado fue pagado por la compañía aseguradora privada.

2. O bien las empresas donde he trabajado tienen la prestación de gastos médicos mayores, o de manera individual realizo la contratación del seguro; de hecho, la seguridad social que otorga el estado es tan deficiente, que ustedes mismos tienen contratado el seguro de gastos médicos con empresas privadas.

3. No tengo más opción que comprar la gasolina de PEMEX, la electricidad de CFE o L y F, y tantos otros servicios y productos de monopolios (prohibidos en países industrializados) y de mala calidad.

4. Pago cantidades considerables en casetas para transitar por autopistas de asfalto, con hoyos, en ocasiones de un solo carril. No existe la opción de trenes de alta velocidad. He tenido que salir por la puerta 19 de la terminal 1 del aeropuerto y esperar en una terminal móvil por las deficiencias del AICM, el más importante del país. Las calles de las ciudades tienen baches.

5. Frecuentemente hay apagones, cuando en países industrializados es raro que existan; conozco contribuyentes que han perdido equipos por las fluctuaciones de voltaje (sin ser reembolsados).

6. Pago por garrafones de agua, cuando en países industrializados se puede beber directamente de la red hidráulica; tan mala es la calidad del agua “potable” que pueden llegar a contener ¡residuos fecales!

7. Muchas playas y ríos del país están contaminados por aguas negras (también inconcebible en países desarrollados);

8. Mi educación fue pagada por mis padres.

Etc., etc., etc.

¿Dónde está todo el dinero que he pagado de impuestos durante décadas?

Desafortunadamente, mientras los ciudadanos no se den cuenta de que, en lugar de ser miles quienes presionamos a nuestros “representantes” para que implementen iniciativas ciudadanas, lo hiciéramos millones, nada cambiará. Y también, que no tiene caso presentar propuestas o quejarse ante familiares y amigos (quienes no las pueden materializar y para quienes éstas son evidentes).

Humberto Muray


(1) Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, http://www.milenio.com/node/226003.
(2) http://www.oecd.org/dataoecd/15/13/39725224.pdf.
(3) http://www.oecd.org/dataoecd/24/57/41288187.pdf. Página 24.
(4) http://www.oecd.org/dataoecd/24/57/41288187.pdf. Página 25.
(5) http://www.coneval.gob.mx/coneval2/htmls/medicion_pobreza/HomeMedicionPobreza.jsp?categorias=MED_POBREZA,MED_POBREZA-med_pob_ingre
(6) http://pewhispanic.org/files/factsheets/47.pdf
(7) http://siteresources.worldbank.org/DATASTATISTICS/Resources/GNIPC.pdf
(8) http://espanol.doingbusiness.org/economyrankings/
(9) http://hdr.undp.org/en/media/HDR_2009_ES_Summary.pdf
(10) http://www.unicef.org/infobycountry/mexico_2332.html
(11) http://www.sourceoecd.org/pdf/societyataglance2009/812009011e-07-08.pdf. http://www.oecd.org/dataoecd/28/4/42672273.pdf
(12) http://www.oecd.org/dataoecd/17/50/43581806.pdf.
(13) http://www.sourceoecd.org/pdf/societyataglance2009/812009011e-07-04.pdf
(14) http://www.cnnexpansion.com/actualidad/2008/08/21/98-76-de-delitos-quedan-impunes-cidac).
(15) http://www.transparenciamexicana.org.mx/documentos/HerramientasTI/IPC_2006.pdf
(16) www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/.../Agua09.doc
(17) Reforma, 7 de octubre de 2009, primera plana

Si fueras legislador, ¿qué propondrías?

Julio 2008


Generalmente, responsabilizamos a nuestros gobernantes por los problemas del país. Los criticamos por su mediocridad, ineficiencia, etc. Sin embargo, creo que los ciudadanos somos igualmente responsables, porque hacemos muy poco para evitar que personas sin capacidades y principios lleguen a ocupar puestos tan importantes o para evitar que se perpetúen en el poder.

Sin duda, a través del voto podemos elegir mejores gobernantes. Pero, ¿por qué esperar 3 ó 6 años para premiar o castigar el desempeño de nuestros gobernantes? Las empresas evalúan a su personal y no esperan 3 ó 6 años para promoverlos o despedirlos. Creo que lo mismo debería suceder con nuestros gobernantes. Sin embargo, estoy convencido de que los legisladores no implementarían una iniciativa estableciendo mecanismos de evaluación de su desempeño y rendición de cuentas, simplemente porque no les conviene. Y como con muchas otras iniciativas ciudadanas, inconvenientes para los intereses de los diputados y senadores, los ciudadanos debemos encontrar mecanismos para que nuestras propuestas se lleven a cabo.

Abajo incluyo una lista de propuestas de ciudadanos, analistas políticos, etc., que cotidianamente aparecen en los medios de comunicación. Estoy enviando esta lista a más de una docena de diputados y senadores -finalmente, ellos son los únicos que las pueden convertir en leyes. Como seguramente los legisladores no las ejecutarán, estoy incluyendo en el destinatario a algunos medios de comunicación y analistas políticos, con la intención de que nos ayuden a promoverlas. Entiendo que en países industrializados, los ciudadanos pueden dirigirse a sus legisladores, quienes tienen la obligación de responder. Y, en caso de no hacerlo, los ciudadanos pueden acudir a los medios de comunicación, quienes presionan a los legisladores para obtener respuesta.

Es probable que este ejercicio no produzca resultados. No obstante, debemos darnos cuenta de que criticar o quejarse de los gobernantes frente a amigos, familiares, etc., tampoco produce resultados. Tampoco se trata de perjudicar a terceros bloqueando avenidas o carreteras. Por lo tanto, creo que es importante que los ciudadanos intercambiemos ideas y busquemos mecanismos hasta encontrar alguno por medio del cual las propuestas de los ciudadanos sean tomadas en consideración por los legisladores y gobernantes en general, y éstos realmente nos representen.

Como han mencionado varios analistas políticos (recientemente el Ing. Enrique Krauze, Reforma, Junio 8), podríamos obtener beneficios si cada vez más ciudadanos enviamos nuestras propuestas directamente a los legisladores –y, aprovechando el internet, a través de correos electrónicos o videos en sitios como You Tube. Y, ya que probablemente los legisladores continuarán sin tomarlas en cuenta, es importante que incluyamos copia a medios de comunicación y columnistas, para que nos ayuden a presionarlos. Entonces, enviemos, si no esta lista, otra con mejores ideas o con otras iniciativas ciudadanas. O editemos esta lista, eliminando las ideas con las que no estemos de acuerdo y agregando algunas más. Pero, es importante que dirijamos nuestras propuestas a los legisladores, los únicos que las pueden hacer realidad.

Es triste que el país sea el primer lugar mundial en narcotráfico y secuestros, el último lugar en educación entre los países de la OCDE, que haya más de 44 millones de pobres (¡más que toda la población de Canadá, Argentina o España!), que más de 9 millones de compatriotas hayan tenido que dejar a sus familias para buscar oportunidades de empleo en EU, que ríos y mares del país estén contaminados porque solamente se trata el 30% de las aguas residuales. También, que no exista un sistema ferroviario nacional con trenes viajando a velocidades promedio de 200 km/h, autopistas de concreto hidráulico de seis, siete o más carriles en cada sentido, aeropuertos de primer nivel en tan amplio territorio nacional (cuando otros países, con limitaciones territoriales, han podido construir aeropuertos sobre el mar!), etc., etc. Pero, me parece aún más triste que, a pesar de tantos problemas tan evidentes y cercanos a nosotros, los ciudadanos hagamos muy poco para solucionarlos.

Si ustedes creen que nuestros legisladores, y gobernantes en general, podrán erradicar o mitigar considerablemente los problemas de México, entonces los ciudadanos debemos seguir esperando. Pero, honestamente, creo que con la clase política que tenemos -salvo contadas excepciones-, debemos ser los ciudadanos quienes promovamos mecanismos para tener mejores gobernantes y un México mucho mejor.

Por lo tanto, entre otras propuestas que los ciudadanos queremos que los legisladores lleven a cabo:

1. Periodos de sesiones ordinarias de 12 y no 6 meses.
Si los legisladores en algunos países industrializados sesionan durante 12 meses, y la población en general de igual forma labora todo el año, ¿por qué los legisladores no? Asimismo, sesiones diarias y no únicamente dos por semana; y sesiones de ocho y no de un par de horas por día.

2. Además de la reelección, evaluaciones anuales o semestrales del desempeño de cada legislador, a través de indicadores de productividad y eficiencia.
Por ejemplo, qué tanto cumple cada legislador sus promesas de campaña; qué iniciativas presenta cada uno y cuáles son aprobadas; cómo vota cada legislador en relación con las iniciativas y reformas presentadas en general; cuál es su posición en relación con las iniciativas planteadas en los medios por los analistas políticos, organismos no gubernamentales, etc.; cuántas asistencias y participaciones tiene cada uno; etc. ¿Por qué tenemos los ciudadanos que esperar 3 ó 6 años para evaluarlos mediante el voto?

3. Obligación de cada candidato a gobernante de presentar durante las campañas:
· Su curriculum vitae. ¿Deberíamos votar a base de capacidades o apariencias?
· Su programa de trabajo o propuesta de reformas. En lugar de iniciar sus cargos con la planeación, ¿no sería más eficiente que iniciaran con la ejecución? Asimismo, ¿no ayudaría para que los ciudadanos votemos con fundamento en los beneficios potenciales de sus proyectos? Además, ¿podrían utilizarse como un mecanismo de evaluación que compare las metas propuestas con las realmente ejecutadas?

4. Obligación de los candidatos a Presidente de la República (Gobernador) de presentar durante las campañas:
· A los miembros de su gabinete (evidentemente, con su aceptación oficial). ¿No tendríamos más parámetros para votar?
· Sus planes nacionales (estatales) de desarrollo. Si de todas formas los tienen que elaborar, ¿por qué no ahorrar tiempo?

5. Eliminación de los legisladores plurinominales y de mayoría.
Si los legisladores son, en teoría, representantes ciudadanos, ¿por qué no podemos votar directamente por los legisladores plurinominales y de mayoría?

6. Obligación de los legisladores de responder los cuestionamientos que los ciudadanos les enviemos.
De lo contrario, ¿cómo es que nos representan? ¿Para qué sirve la prestación legislativa para “atención ciudadana” por 27,000 pesos y de “asistencia legislativa” por 44,000 pesos mensuales netos?

7. Creación de un organismo autónomo de supervisión legislativa.
Si los legisladores aprobaron una Contraloría del IFE en la Reforma Electoral, entonces ¿debería existir una Contraloría del Congreso? Y si tienen la autoridad para hacer comparecer a Secretarios y Directores de dependencias gubernamentales, para remover a funcionarios y Consejeros –aún de organismos autónomos-, para impedir mandatos constitucionales del Ejecutivo, etc., entonces ¿quién puede cometer este tipo de actos con ustedes?

8. Reducción del número de diputados y senadores.
Por citar un ejemplo, en EU hay 435 diputados y 100 senadores; sin embargo, hay 200 millones de habitantes más, 18 estados más, y el PIB per cápita es 4 veces mayor. Otro ejemplo: siguiendo el razonamiento de los legisladores mexicanos, en la India, con una población de 1,100 millones debería haber 5,500 diputados; sin embargo, únicamente hay 545.

9. Unificación de las fechas para realizar elecciones en todo el país y para todos los cargos de representación.

10. Obligación de los partidos políticos de presentar reportes detallados de sus ingresos y gastos y prohibición de la discrecionalidad de sus gastos.
¿Tenemos los ciudadanos el derecho de saber cómo utilizan los partidos políticos nuestras contribuciones?

11. Eliminación del fuero constitucional.
¿Es éste una licencia para cometer delitos?

12. Cancelación de la curul, en caso de que el legislador deje su cargo al suplente sin justificación.
¿Es correcto que un candidato se presente en las elecciones únicamente para poder dejar su puesto a algún familiar o para cubrir temporalmente la cuota de género?

13. Obligación de los líderes sindicales de rendir cuentas a sus agremiados, que el voto de los agremiados sea secreto y que no sea requisito pertenecer al sindicato de la empresa para poder ser empleado de ésta.

14. Eliminación del desglose de los ingresos de legisladores y obligación de declarar ingresos brutos y pagar impuestos.
¿Por qué existen las prestaciones para atención ciudadana o asistencia legislativa? ¿No están implícitas en sus funciones legislativas? ¿Se hace el desglose para minimizar el impacto que causaría una dieta mensual neta de $196,000 pesos contra la actual de $76,000? ¿Se presentan cantidades netas para suavizar el efecto de cantidades mensuales brutas superiores a $260,000?


Humberto Muray

Premiar la Perseverancia

Febrero 2010

Desde la ventana de nuestra pequeña casa, veo a Fernandito jugar futbol con sus amigos. Todos los sábados y domingos, él y sus amigos de la colonia -la mayoría, como él, estudiantes de secundaria-, se reúnen para “echar la cascarita” en la calle.

Cuando llegamos a vivir a esta casa en Aguascalientes hace 5 años, mi esposa Adriana y yo estábamos felices… Bueno, tengo que admitir que mi esposa no tanto, porque este cambio de residencia la alejaba de sus padres y hermanos, así como de sus clientes en el despacho de abogados para el que laboraba en la ciudad de México.

Mejor dicho, yo tendría la oportunidad de seguir cerca de mis queridos Rayos, ahora hidrocálidos, gracias a esta oportunidad que me había dado la empresa para la cual trabajo desde hace 20 años, incorporándome en la nueva fábrica de Aguascalientes. Era un negocio redondo: haría 15 minutos al trabajo –y no una hora, con tránsito ligero-, estaría lejos de mis suegros y cuñados, y tendría la oportunidad de seguir yendo a los partidos del Necaxa -con la esperanza de que, ahora sí, el estadio se llenara.

Lo que mi esposa sí apreciaba –y que yo compartía-, era la ubicación de la casa en un callejón, que contrastaba con el tránsito interminable de la ciudad de México.

Sin embargo, el pequeño Fernando fue haciendo amigos, quienes coincidían con su interés por el futbol, y la tranquilidad del callejón, que tanto apreciábamos, fue desapareciendo… además de varios vidrios rotos de la casa por los balonazos. Pero, aunque no se lo puedo confesar a Fernandito, tenerles frente a la casa tranquiliza a Adriana y yo me divierto viéndoles meter goles, soñar con sus jugadores favoritos, y sonreír “como enanos”.

Y, aunque disfrutar de todo lo mencionado anteriormente es una bendición –principalmente, lo comentado sobre los suegros y cuñados-, quisiera contarles la enseñanza que he recibido de Fernandito y el futbol.

Mi esposa y un servidor nunca fuimos buenos estudiantes; así que, fue una verdadera sorpresa que Fernandito siempre sacara excelentes calificaciones. Ya sé lo que pensarán algunos de ustedes: el lechero. Pues no, quiten la cara de pícaros, porque mi hijo es el vivo reflejo de un servidor (aunque eso me sirve de consuelo nada más a mí, porque honestamente, no soy para nada parecido a Brad Pitt o, con esto de que están cerca las presidenciales, a Jimmy Neutrón Peña.)

Cada año, desde kínder hasta 6º de primaria, Fernandito obtenía únicamente dieces y menciones honoríficas. En muy pocas ocasiones, aparecía algún nueve en su boleta de calificaciones. Y tanto se exigía a sí mismo, que se enojaba con nosotros cuando le decíamos que no importaba obtener de vez en cuando nueves.

También, Dios nos dio su bendición porque, a diferencia de sus padres (otra vez), Fernandito es un gran deportista (pensándolo bien, creo que sí tengo que platicar con mi esposa sobre el lechero, plomero, etc.). Alguna vez pensé en bautizarle Ivo, como mi ídolo rayo. Pero, recuerdo muy bien cuando le propuse esto a mi esposa, quien inmediatamente me puso los pies en la tierra:

“Amor, quisiera bautizar al bebé con el nombre de mi jugador favorito del Necaxa: Ivo.”

“No seas tarado”, me contestó. “Ya oigo a sus amiguitos llamándole Divo.”

También pensé en nombrarle Saturnino, en honor al gran goleador Pepe Cardozo. Pero, si así me llamó con Ivo, no me imagino lo que me habría dicho si externaba mi alternativa.

Así que, Fernando se quedó, como el padre de… ya saben quién.

Así, durante los seis años de primaria, Fernandito fue un excelente estudiante y futbolista (delantero). Y, aunque pensé que sería aficionado de los Rayos como su padre, es fiel seguidor de los Diablos Rojos del Toluca (¡ni hablar, él sí sabe escoger!)

Cuando Fernandito ingresó en la secundaria, sus calificaciones comenzaron a bajar. Adriana y yo pensamos que la causa eran las chicas: su escuela decidió hacer mixto el bachillerato, por lo que después de 6 años de compartir clases con niños únicamente, las jovencitas le habrían “movido el tapete”. Así, decidimos dejar que el tiempo resolviera el problema de sus calificaciones.

Sin embargo, después de 4 meses, donde obtuvo por primera vez calificaciones reprobatorias, decidimos hablar con él:

“Fernando, durante toda la primaria, tus boletas de calificaciones estaban llenas de dieces. Ahora que entraste a la secundaria, hasta cincos estás sacando. ¿Por qué?”, le preguntó su mamá.

“En los exámenes semestrales me repongo, no se preocupen.”

“Es por las niñas, ¿verdad? ¿Hay alguna amiguita que te guste?”, le pregunté, con cierto dejo de padre orgulloso.

“No, para nada.”

“¿Entonces?”, le preguntó su mamá, esta vez con tono severo.

“Lo mismo hacen los equipos de futbol en México”, contestó Fernandito.

“¿Qué quieres decir?”, le pregunté, ahora sí con seriedad.

“En los torneos en México, los equipos ahí se la llevan durante 4 meses. No importa ser el primero o segundo lugar de la liga; mientras estés entre los 8 mejores, o menos malos, ó 9 ó 10 en caso de repechaje, la libras. Ya cuando llega la liguilla, ahí le echas ganas. Es raro que el equipo que terminó el torneo regular como líder general, se convierta en campeón; y, sí ha habido ocasiones, en que el equipo que quedó en último lugar de los clasificados, se corone. En la escuela es lo mismo: no es necesario estudiar todos los días ni echarle ganas en los exámenes mensuales. Una vez que llegan los exámenes semestrales, ahora sí le echas ganas y ya no hay problema. Nada tiene qué ver con las niñas.”

Me dejó sin palabras.

Su madre sí le dio una buena regañada. Y, durante los diez o quince minutos que duró su regaño, pensé en la Liga de las Estrellas, la Liga Premier, el Calcio Italiano. Los torneos de España, Inglaterra, Italia, etc., sí premian al equipo que, semana tras semana, durante todo un año, obtiene los mejores resultados. Y, después de 38 jornadas, el campeón es el equipo que acumuló más puntos, “mejores calificaciones.” Nada más. No hay torneos de seis meses, ni hay liguilla, mucho menos repechaje. Alemania y Francia también premian la perseverancia, la constancia. Nuestro futbol premia al “vivo”, a la suerte, o a cualquier otra característica que no es una cualidad deseable en nuestros hijos.

Una vez que su madre terminó el discurso, comenté a Fernandito mis pensamientos:

“Tienes razón, Fernando. Desafortunadamente, no debes considerar la forma de competencia del futbol mexicano como un buen ejemplo. Mejor, aprende del método de competición de la Liga de las Estrellas, la Premier League o el Calcio Italiano: estos torneos sí premian al que cada semana, durante todo el año, se esfuerza más, al más constante; así debes estudiar tú, como lo hacías durante la primaria, día tras día, semana tras semana, durante todo el año. Piensa en tu materia favorita: si solamente estudias inglés cada 4 ó 5 meses, cada vez que tengas exámenes semestrales, aprenderás muy poco. Únicamente, si tienes suerte, estarás listo para los exámenes. Pero, si estudias día tras día, año tras año, tus conocimientos se irán reforzando, y verás que cuando estés solicitando ingreso a la universidad, ya podrás hablar inglés muy bien. Y, como en la primaria, volverás a ser el mejor.”

Después de un momento de reflexión, Fernandito me respondió:

“Entonces papá, ¿debería dejar de ver el futbol mexicano o dejar de ir contigo a ver al Necaxa al estadio Victoria? Porque, lo que estás diciendo, es que el futbol mexicano es un mal ejemplo, ¿no?”

Nuevamente, me dejó sin palabras. Sin embargo, tuve que aceptar.

“Mira hijo, no lo había pensado así, pero tienes razón.”

Y después de un largo silencio, agregué, “lo más importante, Fernando, es que actuemos conforme a nuestros pensamientos y principios.”

Aunque fue difícil, a partir de esa fecha, dejé de ir al estadio Guadalupe Victoria a ver a mis queridos Rayos y dejé de ver por televisión los partidos de los campeonatos de apertura y clausura del futbol mexicano.


Ojalá que los Presidentes y Directivos de los equipos del futbol mexicano cambien el formato de competencia; ¡que dejen de pensar ya en el beneficio económico únicamente! El futbol tiene repercusiones mucho más allá de los campos de juego.

Asimismo, ojalá que los aficionados mexicanos se den cuenta de que nosotros también somos culpables de que nuestro futbol sea tan mediocre; dejemos de ver los partidos en televisión y de ir a los estadios, hasta ver un cambio esencial.

Por una razón similar, la selección nacional no puede pasar de octavos de final en una Copa Mundial: porque nosotros, los aficionados, permitimos que nuestros Directivos y jugadores sean mediocres.

Es lo mismo que ocurre con nuestros gobernantes: si los ciudadanos no los presionamos, si no dejamos la apatía e indiferencia en asuntos políticos, nuestros gobernantes seguirán siendo corruptos, ineficientes, mediocres.


Después de esta conversación con Fernandito, le entregué una copia de un artículo publicado en la revista Newsweek hace algunos años sobre los hábitos que hicieron que Michael Jordan, Tiger Woods, Joe Montana, Wayne Gretzky, Martina Navratilova, etc., alcanzaran la excelencia (The Dominator, Junio 18, 2001, Devin Gordon, http://www.newsweek.com/id/79118 ). Me dio mucho gusto haber guardado este artículo y los que aparecen como complemento en esa edición de la revista, porque enseñan precisamente lo que un servidor quisiera que Fernandito emule –y, con este cuento, ojalá que muchos otros mexicanos también.

Estos atletas coincidían en que el éxito era igual al esfuerzo, al trabajo arduo, al sudor (Genius is 99% perspiration). Por ejemplo, le preguntaban a Michael Jordan cómo era posible que encestara un tiro de 3 puntos, con la presión de las series finales de la NBA, con un par de segundos de juego en el último cuarto, cuando los Toros de Chicago iban abajo en el marcador, y él respondía que por qué no había de lograrlo, si esa misma canasta la practicaba más de 100 veces cada día. Y, sus entrenadores, confirmaban que Jordan llegaba a los entrenamientos una hora antes que todos sus compañeros, y se retiraba una hora después que ellos, todos los días. Del mismo modo, Tiger Woods comentaba que su éxito se basaba en practicar un mismo golpe cientos de veces en cada entrenamiento. Y así Gretzky, Montana, etc.

Me pregunto si los jugadores de la selección nacional de futbol mexicano practican tiros de penal 100 veces por día, si llegarán una hora antes de la cita del entrenamiento, o si se retirarán una hora después de la conclusión de éste. No lo creo. Precisamente por esto, y no por la mala suerte, las selecciones mexicanas han sido eliminadas en serie de penales en tantas ocasiones; y, en términos más generales, precisamente por esto, la selección mayor no puede ser Campeona Mundial. Porque los jugadores –y Dirigentes- no incluyen en sus hábitos y principios la constancia, el esfuerzo cotidiano, la perseverancia.


Ahora, cada fin de semana, Fernandito y yo vemos sin falta los partidos del Barca; cuánto se aprende de Guardiola: perseverancia, trabajo diario, humildad. Cuánto nos enseñan Messi, Xavi, Iniesta, etc.: ya lo ganaron todo, pero entrenan y salen a jugar cada partido como si nada hubieran alcanzado, con máxima humildad, luchando contra la complacencia; con el convencimiento de que para lograr más, para ser mejores, hay que esforzarse cada día.

Y también, aunque no tenemos un equipo preferido, vemos los partidos de la Liga Premier del Manchester United, Chelsea, Arsenal o Liverpool. ¡Qué diferencia de futbol!: vertical, rápido, competitividad al máximo, búsqueda permanente de la victoria, respeto al aficionado, entre otras muchas cualidades.

¡Premiemos en México también la perseverancia y el trabajo cotidiano!

¡Y, que viva el futbol!


Humberto Muray

No es justo

Febrero 2009

Según cifras del INEGI (ENIGH, 2006), en México existen 44 millones de pobres (ingresos menores a 1,700 pesos mensuales); de éstos, más de 14 millones viven con menos de 28 pesos diarios. Por otra parte, el salario promedio del trabajador mexicano es de aproximadamente 6,000 pesos mensuales. Sin embargo, cada uno de los diputados federales tiene ingresos mensuales netos de 173,029 pesos, aproximadamente 240,000 pesos brutos. Esto es, cada diputado gana 40 veces más que el trabajador mexicano promedio y 141 veces más que 44 millones de pobres; y algo similar ocurre con los ingresos de los senadores y legisladores estatales.

Los diputados federales nos dicen que su salario es de 77,888 pesos netos. Sin embargo, también reciben prestaciones mensuales netas por asistencia legislativa de $45,786, atención ciudadana de $28,772 [1] , apoyo extra a asesores de $18,000 y vales para alimentos de $2,583 [2], las cuales suman 173,029 pesos mensuales netos. Asimismo, cada uno puede contratar discrecionalmente asesores personales que llegan a cobrar más de $100,000 mensuales [3]. Además, cada uno recibe un bono de fin de año de $103,850, seguro de gastos médicos de $78,885, fondo de ahorro de 12%, apoyo para difundir sus labores de $54,000, seguro colectivo de vida, gastos funerarios de $77,888, etc. Y, en caso de que existan excedentes del presupuesto, se lo reparten.

No es justo.

Debe existir algún organismo autónomo ciudadano que determine los ingresos legislativos (y supervise su desempeño en general). No es lógico que los mismos diputados y senadores establezcan qué salarios y prestaciones puedan recibir y en qué montos.

No deben tener prestaciones adicionales a su salario salvo las de ley. Porque, ¿acaso si no tuvieran la prestación de atención ciudadana o la de asistencia legislativa, no atenderían a los ciudadanos ni darían asistencia?

Deben dar a conocer a los ciudadanos sus ingresos brutos (como cualquier trabajador) y pagar impuestos; porque, declarar que su salario es de 77,888 pesos causa un impacto diferente que declarar que sus ingresos mensuales netos son de 173,029 pesos, y es menos insultante aún que declarar que sus ingresos brutos son de aproximadamente 240,000 pesos.

Los ciudadanos debemos exigir más a nuestros legisladores. Finalmente, sus salarios son pagados con los miles de pesos que mes tras mes contribuimos en impuestos. Además, si no lo hacemos, ¿cree usted que exista algún legislador, entre 500 diputados, 128 senadores y miles de diputados locales más, con la suficiente ética para auto regularse en ésta y otras muchas materias que los ciudadanos cotidianamente exigimos?

[1] Diario Oficial de la Federación, Febrero 26, 2008
[2] Periódico Reforma, Marzo 14, 2007
[3] Periódico El Norte, Enero 3, 2009

Descentralización y creación de metrópolis

Septiembre 2007

Si pudiéramos aplicar las matemáticas únicamente, con una superficie que representa tan sólo el 0.1% del territorio del país, el Distrito Federal debería tener una población de aproximadamente cien mil habitantes. Sin embargo, 1 de cada 12 mexicanos vivimos en tal superficie (1 de cada 5 si consideramos el área metropolitana total).

Asimismo, el Distrito Federal aporta aproximadamente la cuarta parte del PIB nacional (si se incluye al Estado de México, ambas entidades aportan casi la tercera parte); capta alrededor del 65% de la Inversión Extranjera Directa que ingresa al país (con el Estado de México, 73%); emplea el 18% del personal ocupado nacional (con el Estado de México, 28%).

Adicionalmente, es común encontrar en la zona metropolitana problemas de tránsito, contaminación, escasez de agua, mala calidad del servicio eléctrico, destrucción de áreas verdes, etc.

A pesar de estas disparidades y problemas, ¿por qué nuestros gobernantes, locales y federales, no debaten políticas de desconcentración de la población e industria de la ciudad de México? Y simultáneamente, ¿por qué las autoridades gubernamentales no formulan propuestas para crear otras metrópolis en el país ni debaten políticas para incentivar el crecimiento planificado de las existentes?

Ojalá que nuestros gobernantes ejecutaran acciones en estos dos sentidos (descentralización y creación). No sólo ayudaría a elevar la calidad de vida y productividad de los habitantes del área metropolitana, sino a promover el desarrollo uniforme de las diferentes regiones del país.

Como en algunos países industrializados, y como lo han propuesto especialistas, se debería crear alguna Comisión o Secretaría que se encargue de este tipo de planeación nacional.

Por otra parte, seguramente la ejecución de obras tales como vías para el metrobús, distribuidores viales, etc., ayudará a mitigar los problemas de tránsito y contaminación de la capital. Sin embargo, ¿no son soluciones a corto o mediano plazo? Recordemos los 133 kms. de ejes viales inaugurados en 1979: en el corto plazo suavizaron los conflictos viales y la polución; no obstante, ahora... ¿No será insuficiente eventualmente este tipo de obras si el gobierno capitalino y federal continúan sin atacar la causa fundamental de estos problemas, esto es, la excesiva concentración de la población y la industria en la ciudad de México?

Y si el objetivo de los segundos pisos, el metrobús, etc., es reducir los problemas de tránsito y contaminación, ¿no sería más efectivo poner énfasis en la construcción de líneas del metro adicionales -ya que es el medio que menos contamina, el más rápido y el de mayor capacidad: más de 4 millones de pasajeros las utilizan diariamente con tan sólo 2,600 vagones, contra más de 3.4 millones de automóviles particulares? Considerando esta eficiencia del sistema ferroviario, su menor costo de inversión a largo plazo, los altos precios del petróleo y su escasez, etc., ¿por qué no se promueve esta infraestructura en las grandes ciudades?


Humberto Muray

¿El petróleo es nuestro?

Noviembre 2007

Contrario a lo que aseveran los políticos, los ciudadanos entendemos perfectamente que no somos dueños del petróleo y demás recursos energéticos ni de las empresas paraestatales que los administran. Entendemos que este discurso es parte de la retórica que los gobernantes suelen utilizar.

Sin embargo, me pregunto si los políticos tendrán alguna evidencia, que los ciudadanos comunes no conocemos, ya que una y otra vez utilizan vehementemente este discurso.

El hecho de que cerca del 40% de los ingresos públicos provenga del petróleo no evidencia que éste pertenezca a los mexicanos; más bien, demuestra que el petróleo pertenece al gobierno y que éste es totalmente ineficaz para encontrar mecanismos alternativos de recaudación. Pensemos en cualquier país que, a pesar de ser pobre en recursos naturales, es rico en producción y servicios. Esto es, gracias a los recursos petroleros de nuestro país no se hace más evidente la ineptitud de los políticos que nos gobiernan. Si en verdad el petróleo nos perteneciera, los ciudadanos no permitiríamos que el gobierno siguiera disponiendo de los ingresos de “nuestras empresas” y los obligaríamos a buscar otras fuentes de ingresos.

Otros ejemplos, si realmente fuéramos propietarios:

* Prohibiríamos que los sindicatos dispusieran de nuestros recursos otorgándolos a partidos.
* No consentiríamos que los líderes sindicales se enriquecieran con nuestros ingresos.
* Prohibiríamos prestaciones absurdas como las que gozan los trabajadores de estas paraestatales como condiciones de retiro especiales, trabajo vitalicio (aún para familiares), etc.
* Poseeríamos acciones, recibiríamos dividendos o participaríamos en el reparto de utilidades.
* No permitiríamos que nuestras propias empresas nos vendieran litros incompletos ni apagones y fluctuaciones de voltaje constantes.
* Buscaríamos mecanismos para elevar la productividad. ¿Es lógico, entre otras muchas cosas, que un país productor de petróleo importe gasolina?

¿Dónde está la evidencia de que soy propietario o, por lo menos, beneficiario de los recursos energéticos de México? Más bien, ¿no es obvio que los verdaderos dueños son los partidos políticos, los sindicatos y el gobierno?


Humberto Muray

9 años transcurridos... ¿Y las Reformas Estructurales? (Carta a los legisladores)

Julio 2006

A los legisladores recién electos,

Nueve años transcurridos, 1500 diputados, 256 senadores, 5978 millones de pesos en sueldos (considerando un sueldo neto de 80 mil pesos mensuales para los diputados y 120 mil para los senadores y sin incluir las innumerables prestaciones)... ¿y las Reformas Estructurales?

Si todos los organismos nacionales e internacionales coinciden con la idea de que el lento crecimiento de la economía de México se debe a la falta de aprobación de las Reformas Estructurales y todos reconocen el crecimiento de Brasil, Rusia, India, China, entre otros, y advierten que México se está quedando atrás...

Si existe el consenso nacional e internacional de que la no implementación de las Reformas Energética, Fiscal, Laboral, es la causa del estancamiento económico de México...

Entonces, ¿por qué ustedes no las han aprobado? ¿Será que ustedes poseen un discernimiento tan avanzado que les permite analizar aspectos negativos en las Reformas que los intelectuales de los organismos nacionales e internacionales no pueden percibir? ¿O será, simplemente, que a ustedes no les importa que existan alrededor de 18 millones de mexicanos viviendo con únicamente 2 dólares diarios, que más de 7 millones de mexicanos hayan dejado a sus familias para trabajar en EU, etc.?

Desde el sexenio del Presidente Zedillo, los legisladores (de todos los partidos) han sido culpables de esta situación. Sin embargo, considero que los organismos empresariales, los medios de comunicación, los analistas políticos, los ciudadanos en general, somos tan culpables como ustedes, ya que una y otra vez durante estos nueve años, nos hemos quejado de su ineficiencia, pero nadie ha hecho lo necesario para forzarlos a actuar. Hoy escucharemos a algún organismo empresarial lamentar que no se lleven a cabo las Reformas Estructurales. Mañana escucharemos a algún analista político. Pasado mañana escucharemos a algún otro ciudadano. Pero nunca escucharemos a alguien enfrentar a ustedes, los únicos que pueden ejecutar dichas Reformas. ¡Qué tristeza: ustedes que han desarrollado una especie de inmunidad a nuestras críticas y nosotros que no hacemos más que quejarnos!

¿Por qué no, por ejemplo, formular un cuestionario sencillo para que cada uno de nuestros 500 diputados y 128 senadores –y no una respuesta por partido- rinda cuentas en relación con su posición sobre las Reformas Estructurales?

A continuación incluyo un ejemplo; sin duda es una idea muy simple. No obstante, creo que es necesario idear algún mecanismo para hacerles frente y que cada uno nos explique la razón por la que no aprueban las Reformas Estructurales y, evidentemente, qué proponen como alternativa. Porque oponerse a propuestas sin presentar alternativas es muy fácil.

1. Nombre del Legislador

2. ¿Aprueba usted la Reforma Energética? (Solamente responda sí o no)

3. ¿Aprueba usted la Reforma Fiscal? (Sí o no)

4. ¿Aprueba usted la Reforma Laboral? (Sí o no)

5. En caso de no aprobar alguna de estas Reformas, ¿podría explicar usted sus razones y cuál sería su propuesta alternativa?

6. ¿Se compromete usted a aprobar las Reformas en su primer año de sesiones? (Sí o no)

7. En caso de no querer comprometerse, ¿cuál es la razón de su negativa?

Si los ciudadanos contribuimos con el pago de impuestos para que ustedes gocen de sueldos y prestaciones exorbitantes entonces, ¿tenemos derecho a conocer sus opiniones y alternativas? ¿Tenemos derecho a que los medios de comunicación publiquen cuestionarios similares (evidentemente, no sólo en relación con las Reformas Estructurales), los divulguen en sus sitios de internet y que éstos sean supervisados periódicamente hasta que se materialicen las diferentes iniciativas?

Porque, si sucede lo mismo que con los Presidentes Zedillo y Fox, aunque el futuro Presidente de México proponga iniciativas y ustedes decidan no implementarlas, ¿no continuará México en el estancamiento?

¿Tienen ustedes la capacidad para presentar Reformas relevantes para el desarrollo del país? ¿O harán lo mismo que sus compañeros en la pasada Legislatura, quienes se jactaban en radio y televisión de la aprobación de leyes tan banales como la de posesión de armas en domicilios, la de medicamentos “milagro” o la que regula a los establecimientos donde se realizan tatuajes? No quiero decir que estas actividades no se deban legislar. Sin embargo, ¿no deberían estar implícitas en su quehacer legislativo? ¿Es necesario gastar millones de pesos en propaganda para resaltar lo evidente?

Además de las Reformas Energética, Fiscal, Laboral, del Estado, de Pensiones, etc., ¿cuáles son las Reformas que ustedes proponen? ¿Cuándo aprobarían estas Reformas adicionales? En lugar de que ustedes pierdan su tiempo en discusiones banales día tras día, ¿no creen que deberían dedicarlo en ejecutar iniciativas que contribuyan al desarrollo del país? ¿Cuándo los escucharemos promover iniciativas para elevar el nivel de la educación? ¿Qué reformas son necesarias para financiar las carreteras, puertos aéreos, marítimos, redes ferroviarias, etc., que el país necesita? ¿Requiere el país alguna Reforma Ambiental? ¿Seguirá el 75% de las aguas residuales fluyendo sin tratamiento a los ríos y playas del país? ¿Qué iniciativas proponen para que México contribuya a reducir el Calentamiento Global? ¿Su propuesta es apagar la luz del recinto legislativo? ¿Qué hacer para combatir el desempleo y la disparidad de ingresos en las áreas rurales? ¿Qué se debe implementar contra la economía informal? ¿Incluye la Reforma Laboral mecanismos para fomentar la transparencia en los sindicatos? ¿Son suficientes los métodos de rendición de cuentas de los líderes sindicales? ¿Tendremos que esperar hasta la siguiente legislatura o hasta el siguiente sexenio?

Humberto Muray

¿Citatorio para Trabajar?

Agosto 2008

Frecuentemente, las Presidencias de las Cámaras de Diputados y Senadores publican en los periódicos nacionales citatorios para que los legisladores se presenten en las Cámaras. Hoy viernes (probablemente mañana y pasado mañana también) se publica un citatorio del Diputado Duarte para que los diputados se presenten el lunes 1 a la primera sesión del período; el martes, miércoles y jueves apareció otro de la Diputada Zavaleta para citar a la Sesión Preparatoria del nuevo período; también el martes se publicó uno más del Senador Creel para citar a los senadores a la sesión en la que se elegiría a la Mesa Directiva.

Además de que me parece absurdo que se tenga que citar a trabajar, creo que estos citatorios son una evidencia más de la falta de eficiencia y capacidad de los legisladores. Se debería modificar la disposición de publicarlos en medios de comunicación cuando hay muchos mecanismos con los cuales no es necesario utilizar recursos públicos. Entre otros -seguramente evidentes para los ciudadanos en general, pero no para los legisladores-, y tomando como ejemplo el citatorio a la Sesión Preparatoria:

* Tomar un par de minutos de las últimas sesiones del período precedente (en este caso, las últimas semanas de abril) para informar que la Sesión Preparatoria se realizaría el jueves 28 de agosto a las 12 horas.

* Distribuir a cada uno de los legisladores un aviso por escrito sobre esa sesión.

Si para los legisladores es difícil planear con anticipación un evento que se realizará 4 meses después, entonces, durante el mes de agosto:

* Enviar a la oficina de cada legislador el citatorio por escrito.

* Enviar correos electrónicos o mensajes de texto por celular a cada uno de los legisladores. Y, en caso de que los legisladores argumenten que es necesario la formalidad, presentar el citatorio oficial en la sala de avisos de la Cámara respectiva y que cada legislador esté pendiente.

* Informar por teléfono a cada legislador, o a cada representante de partido y que éste tenga la responsabilidad de avisar a sus compañeros de bancada.

Si administradores de empresas encuentran mecanismos sin costo, o de muy bajo costo, para informar a decenas de miles de empleados, ¿no pueden los legisladores encontrar alguno para avisar a tan sólo 500 ó 128 personas sin tener que desperdiciar recursos de los contribuyentes?

Por otra parte, ¿no sería más productivo iniciar una sesión a las 8 ó 9 de la mañana, como lo hace la mayoría de los ciudadanos en su trabajo, en lugar de iniciarlas a las 12 horas (Sesión Preparatoria y Sesión para elegir a la Mesa Directiva) o a las 17 horas (primera sesión del nuevo período) o a las 11 horas, como regularmente lo hacen?

Por último, ¿por qué los legisladores se tienen que tomar una fotografía colectiva cada vez que inicia y termina un período de sesiones? ¿No carece de sentido común aparecer 24 veces en fotografías de los integrantes del Senado (12 en el caso de Diputados) durante los 6 (ó 3) años de la Legislatura? ¿Es necesario desperdiciar tiempo y dinero en una actividad que deja ningún resultado para el progreso del país?